¡Hola!
Soy Elena; una mujer de tez canela, cabello negro, grandes ojos cafés y solo mido 1,49. Claro, eso te dice que cuando voy a los juegos mecánicos con mi hijo adolescente, no puedo subir a ellos porque no tengo la estatura necesaria! ja, ja
Nací en 1975, en un hogar mixto: papá católico, madre cristiana. Aunque cada uno a su manera, ambos padres se esforzaron por enseñarme a llevar una buena vida cristiana. A los 15 años tomé la decisión de seguir la vida cristiana, y aunque he asistido a la iglesia desde entonces, mi búsqueda por una relación profunda y real con el Señor ha sido constante. Aunque han pasado muchos años, nunca dejo de aprender y de sorprenderme, porque cuando pienso que ya aprendí cierta lección, Dios me muestra que aún no la he aprendido por completo y que Él me sigue perfeccionando.
A lo largo de los años las experiencias personales que he tenido en mi caminar con Cristo, así como las de otras personas que han sido de influencia para mí, me han ayudado a mantenerme firme en la fe, especialmente en aquellos momentos en los que mi fe ha sido débil. Hoy confío en el Señor con todo mi corazón y no hay nada más importante para mí que seguir permitiendo que el Señor me modele según los sueños que Él tiene para mí y seguir fortaleciendo mi conocimiento de Él.
La razón por la que he comenzado este blog personal es porque… bueno, son varias razones, en realidad.
Desde hace unos meses me encuentro en un tiempo de «modelado» de mi vida; decidí ponerme en manos del Alfarero, y estoy viviendo experiencias únicas a medida que permito que Él le dé a mi vida la forma que Él diseñó desde antes que yo naciera. Por lo tanto, a través de este blog, pretendo:
También te cuento que soy esposa de un hombre maravilloso que Dios ha puesto en mi vida como la herramienta que, con Su amor, me pule y me refina cada día para llegar a ser lo que Dios desea que sea y a cumplir el llamado de Dios en mi vida. Mi esposo es mi mejor amigo.
Y soy madre de tres tesoros: un adolescente que me está ayudando a aprender a ser paciente, y dos nenas preciosas.
Actualmente soy maestra de idiomas (inglés/español) de profesión, pero mi pasión es la traducción y la edición de literatura cristiana. Por eso me especialicé en Traducción Literaria y esta es la actividad a la que me dedico diariamente. Aparte de mi labor como traductora/editora, también me encanta leer y este año he decidido comenzar a escribir.
Entonces, acá estoy. Lista para comenzar esta nueva aventura. No soy escritora profesional. Si encuentran errores, pido su gracia, misericordia y oraciones. No soy perfecta. Por eso también pido sus oraciones. Y espero que juntas corramos esta carrera hasta que llegue el día en el que nuestro Padre se deleite con nosotras cara a cara mientras nos dice un «Bien hecho, hija. Te esforzaste y lo lograste. Estoy orgulloso de ti».
Soy Elena; una mujer de tez canela, cabello negro, grandes ojos cafés y solo mido 1,49. Claro, eso te dice que cuando voy a los juegos mecánicos con mi hijo adolescente, no puedo subir a ellos porque no tengo la estatura necesaria! ja, ja
Nací en 1975, en un hogar mixto: papá católico, madre cristiana. Aunque cada uno a su manera, ambos padres se esforzaron por enseñarme a llevar una buena vida cristiana. A los 15 años tomé la decisión de seguir la vida cristiana, y aunque he asistido a la iglesia desde entonces, mi búsqueda por una relación profunda y real con el Señor ha sido constante. Aunque han pasado muchos años, nunca dejo de aprender y de sorprenderme, porque cuando pienso que ya aprendí cierta lección, Dios me muestra que aún no la he aprendido por completo y que Él me sigue perfeccionando.
A lo largo de los años las experiencias personales que he tenido en mi caminar con Cristo, así como las de otras personas que han sido de influencia para mí, me han ayudado a mantenerme firme en la fe, especialmente en aquellos momentos en los que mi fe ha sido débil. Hoy confío en el Señor con todo mi corazón y no hay nada más importante para mí que seguir permitiendo que el Señor me modele según los sueños que Él tiene para mí y seguir fortaleciendo mi conocimiento de Él.
La razón por la que he comenzado este blog personal es porque… bueno, son varias razones, en realidad.
Desde hace unos meses me encuentro en un tiempo de «modelado» de mi vida; decidí ponerme en manos del Alfarero, y estoy viviendo experiencias únicas a medida que permito que Él le dé a mi vida la forma que Él diseñó desde antes que yo naciera. Por lo tanto, a través de este blog, pretendo:
- Registrar cada experiencia que logro tener con mi Señor a manera de «recordatorio» de lo que Él hace en mí. Al parecer, en los tiempos bíblicos la gente hacía «altares» y colocaban piedras por cada favor recibido para que las generaciones lo recordaran (Josué 4:1-7). En estos tiempos modernos, ¡escribimos blogs! Espero que este blog quede registrado y que mis generaciones puedan venir a estas páginas y deleitarse de lo que nuestro Dios ha hecho por nosotros, y que les inspire a vivir para Él.
- Compartir mis vivencias con otras mujeres. Yo no soy perfecta. Lo que van a leer en este blog no es una hermosa historia de una mujer que se las sabe todas y lo tiene todo bajo control. Al contrario, soy la mujer más imperfecta y débil que existe; soy la que se propone algo y a las dos semanas lo olvida, soy la que tiene muchos complejos (comenzando por mi tamaño), soy la que quiere agradar a todos y la que teme escuchar un «te lo dije» tras un fracaso. Por otro lado, soy la que desesperadamente desea llevar una vida que valga la pena vivir, que al final pueda sentirme feliz cuando vea lo que he alcanzado. Más que todo, soy la mujer con hambre de Dios, la que anhela tener una relación casi tangible con Jesús y ser una mujer sabia en todo sentido, y que su vida sea alabada por la forma en la que ella refleja a Dios. Mi deseo es que esta mujer imperfecta en todo pueda inspirar a otras iguales a mí a vivir una experiencia real con Dios; a pesar de las fallas, Él sigue amándonos y vale la pena seguir intentando cada día la vida que Él diseñó para nosotras.
- Glorificar a Dios. Que todo lo que en este blog se escriba no sea para exaltar lo que una persona puede hacer o lograr, sino lo que Dios puede hacer en nosotras si permitimos que Él nos tome en Sus manos para quebrarnos, aplastarnos, volver a modelarnos, formarnos según Su diseño perfecto, adornarnos y pulirnos y una vez más mirarnos con deleite, sin importar las veces que Él tenga que repetir este proceso. Al final Su mirada de agrado al vernos como una hermosa vasija en Sus manos es todo lo que debería importarnos; solo así, seremos para Él barro que lo honre y le dé la gloria en todo.
También te cuento que soy esposa de un hombre maravilloso que Dios ha puesto en mi vida como la herramienta que, con Su amor, me pule y me refina cada día para llegar a ser lo que Dios desea que sea y a cumplir el llamado de Dios en mi vida. Mi esposo es mi mejor amigo.
Y soy madre de tres tesoros: un adolescente que me está ayudando a aprender a ser paciente, y dos nenas preciosas.
Actualmente soy maestra de idiomas (inglés/español) de profesión, pero mi pasión es la traducción y la edición de literatura cristiana. Por eso me especialicé en Traducción Literaria y esta es la actividad a la que me dedico diariamente. Aparte de mi labor como traductora/editora, también me encanta leer y este año he decidido comenzar a escribir.
Entonces, acá estoy. Lista para comenzar esta nueva aventura. No soy escritora profesional. Si encuentran errores, pido su gracia, misericordia y oraciones. No soy perfecta. Por eso también pido sus oraciones. Y espero que juntas corramos esta carrera hasta que llegue el día en el que nuestro Padre se deleite con nosotras cara a cara mientras nos dice un «Bien hecho, hija. Te esforzaste y lo lograste. Estoy orgulloso de ti».