Amiga: Hoy te invito a escuchar esta hermosa canción. Esta es una canción perfecta para convertirla en una oración. De hecho, te invito a que hagas esta oración conmigo: Señor: barro soy. Ante el trono estoy. Moldéame hoy. Rómpeme si es necesario. Y yo, tu vaso soy. Una nueva creación. Soy obra de Dios, en manos del Alfarero. Si hiciste esta corta petición, ten la certeza de que Dios la escuchó. Sin embargo, debo advertirte que Él no toma a la ligera lo que le pedimos. Si le decimos «moldéame y rómpeme si es necesario» debemos estar dispuestas a sufrir dolor, el dolor que viene con la limpieza y la restauración de una herida que surge cuando, como en lo natural, nos han quebrado, nos han roto, para arreglar algo que no está bien. Lo maravilloso de esto es que nuestro Alfarero ve en nosotras la obra final, perfecta. Aunque en el proceso nosotras vemos solo imperfección y dolor, Él sigue rompiendo, moldeando y limpiando para que lleguemos a nuestro diseño único. Él no nos abandona en el proceso. Tampoco se cansa de seguir limpiando nuestras imperfecciones. Al contrario, con amor pule cada día nuestras asperezas. Mira lo que nos dice el apóstol Pablo sobre la obra que Dios está haciendo en nosotras: Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva. (Filipenses 1:6) Así es. Nuestro Padre continúa la buena obra en nosotras. Recuerda, no obstante, que todo esto requiere también de nuestra disposición. ¿Estás lista para rendirte cada día y sentir el dolor que viene con la transformación? Él solo podrá moldearnos en la medida en que se lo permitamos. Aunque a pasos muy lentos, si estás dispuesta a que Él te perfeccione cada día, eso es lo único que Él necesita para hacer de ti Su obra maestra. Te animo a no bajarte de la mesa del Alfarero. Permítele seguir trabajando en tu vida. Que Sus manos le den forma a cada rincón de tu corazón para que seas lo que Él ya ha visto en ti: la obra completamente terminada. Y que con cada dolor de la transformación puedas glorificar a Aquel que te ama, que se interesa por ti y que ya te ve perfecta. Acabas de leer Barro soy. Moldéame hoy. Si esta publicación te ha sido útil, deja tu comentario a continuación y comparte con otras mujeres a las que también les pueda ayudar. Gracias.
0 Comentarios
Tu comentario se publicará una vez que se apruebe.
Deja una respuesta. |
AutoraElena de Medina. Traductora y editora de literatura cristiana. Empresaria. Esposa y madre. Su mayor anhelo es cumplir con los sueños y el diseño de Dios para su vida. Su pasatiempo favorito es la lectura. Su anhelo es poder ser una mujer que inspira a otras a vivir para el Señor. Archives
marzo 2018
Categories |